TRANSFORMA
El inicio de un año escolar es un momento para retomar y replantearse nuevas metas y motivaciones. El lema del nuevo año es “Transforma”.
Transforma completa un camino iniciado con ¡Contempla! y la necesidad de hacer silencio para mirar más allá con los ojos del corazón y descubrir el ¡Actúa! como consecuencia de ese mirar, que nos exige un movimiento, un compromiso hacia los otros, y que finaliza con un “Transforma”.
Manos que se unen para cambiar el mundo. Manos que, unidas, pueden hacer mucho más. Manos que se juntan para encontrarse con el prójimo y, con él, seguir llenando de color este mundo. Manos que se identifican, que se sienten vinculadas. Manos diferentes, que vienen de un lado y de otro. Manos de hoy, actuales. Manos que se tocan a modo de oración para ponerse en encuentro con el Misterio… porque nuestro Dios espera ese encuentro trasformador, ese encuentro que imite ese cambio primero que dio vida a lo nuevo.
Así pues, para transformar nuestro ser, nuestra existencia, nuestro colegio, nuestro entorno, nuestra sociedad, el mundo… debemos hacerlo con los otros, por eso, en nuestro cartel, las manos no están solas. A lo lejos, intuimos la presencia de quienes comparten con nosotros esa transformación. Son los que nos deben acompañar en el compromiso de cambiar este mundo, que hoy, en ocasiones, se muestra egoísta con el que es diferente, y así hacer realidad el grito: ¡“Vosotros sois todos hermanos”! (Mt 23, 8).
Tenemos por delante un nuevo curso. Todo está por hacer. Todo está en nuestras manos. Que seamos capaces de transformar lo que toquemos como el alfarero transforma el barro en el más bello de los objetos.
San Pedro de Guaranda, octubre de 2025.
